Nuria Chinchilla: “El teletrabajo amplía la libertad de la gente en la toma de decisiones que deben establecer prioridades”

Mar 17, 2020 | Noticias

El coronavirus está obligando a acelerar la implantación del teletrabajo. De este modo, las empresas evitan poner a todo el equipo en cuarentena en caso de que se registre un positivo entre sus empleados. Y una de las preguntas que se hacen todos es: “¿Se puede trabajar con hijos pequeños en casa?”. Nuria Chinchilla, profesora del IESE y titular de la cátedra Mujeres y Liderazgo, establece las pautas para hacerlo posible en una entrevista a Nius Diario.

En respuesta a esa primera pregunta Chinchilla señala que no se puede teletrabajar con niños “lo ideal es tener a alguien que cuide de ellos si son pequeños como uno de los progenitores, los abuelos o una vecina, esto último es una fórmula habitual en Francia. Si son mayores pueden hacer sus deberes y los adultos pueden trabajar, eso sí, separados por una puerta”.

Respecto a si está extendido el teletrabajo en nuestro país, nuestra socia explica que no, “es cierto que muchos directivos trabajamos en remoto, pero otros cargos no. Esto depende mucho de la cultura empresarial y todavía hay empresas que requieren que el empleado esté todo el día en su puesto de trabajo. En cambio, algunas compañías punteras están probando fórmulas de teletrabajo para atraer y fidelizar al talento. Los millenials cada vez tienen más claro que si la máquina lo permite, pueden trabajar desde donde quieran. Es un recorrido hacia el que ya no hay parada”.

El teletrabajo es una práctica que facilita la conciliación ya que “puedes estar en casa o en muchos lugares y te da mucha libertad para decidir en qué momento estás con la familia, con tus aficiones y cuándo trabajarás. El teletrabajo amplía la libertad de la gente en la toma de decisiones que deben establecer prioridades claras en cada momento. También requiere cierta formación para que sepan liderar su propia vida y gestionar sus tiempos. Y es muy útil porque luego pueden negociar con la empresa de adulto a adulto, no de niño con el argumento del “no puedo, no me dejan”. La empresa que lo quiere hacer bien también es corresponsable”.  

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